HAMBRE, APETITO... o SED ...¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE ESTAS TRES SENSACIONES Y COMO PODEMOS DIFERENCIARLAS?

Alguna vez te ha pasado que sientes "hambre" y vas a la cocina, revisas la nevera, miras..., a simple vista  y  te dices: no hay nada que comer... pero, resulta que hay un "trozo de tarta de crema y chocolate"...  y dices: que bienn... es lo que "necesito". Lo necesitas  para... "saciar tu... ¿hambre?".


También,  suele pasar que sientes (crees) ganas de comer, pero bebes agua o leche o cualquier otra bebida y la sensación se calma o desaparece.

Ciertamente, son situaciones que nos pasan a todos,  pero ¿es realmente hambre lo que sentimos? o ¿será que tenemos sed? o simplemente ¿ganas de picar algo?

Puede ser que cualquiera de las tres: hambre, sed o apetito, solo que no sabemos diferenciar estas sensaciones y, ¿Cómo puede suceder esto?

Para comprenderlo mejor, tenemos que empezar por explicar que el HAMBRE es una reacción normal, fisiológica, INVOLUNTARIA e INTERNA que se genera en nuestro cuerpo (organos internos, células, sistemas, etc)  cuando nos faltan nutrientes, cuando se agota la energía.

De igual manera, la SED es otra reacción normal, fisiológica,  INVOLUNTARIA e INTERNA de nuestro cuerpo que nos avisa cuando necesitamos reponer líquidos y nutrientes, pero que aparece cuando ya el cuerpo está comenzando a alertar de un "peligro de deshidratación". Hay que poner mucha atención a este aviso,  ya que "sentir sed" es un indicativo de que no estamos consumiendo adecuadamente la cantidad de líquidos y nutrientes necesarios para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente.

Y, luego tenemos, el APETITO, que podemos definir como un estado consciente de necesidad  de alimentos que se vincula al Hambre,  pero de una manera selectiva y asociativa.

 A diferencia de las dos sensaciones anteriores, es una reacción al estímulo de tener hambre y sed,  que es CONDICIONADO POR NUESTROS HÁBITOS, producido por la educación, la vista, el olor, el gusto, está muy relacionado con la forma y manera en que nos han alimentado desde que somos pequeños. Esta sensación aprendida, nos inclina a querer comer y beber,  ciertos tipos de alimentos y a rechazar otros. El apetito condiciona y asocia a el HAMBRE a la ingestión de alimentos ya no por su valor nutricional como debe ser, sino "al gusto de cada uno" e,  incluso,  puede conllevar a trastornos alimentarios graves.

Otro aspectos interesante que debemos conocer, es que estas sensaciones (hambre, sed y apetito) cuando se generan,  se dirigen  hacia un mismo lugar en nuestro Cerebro, una especie de centro de mando, que es donde finalmente se produce la respuesta: COMER y/o BEBER.

Este lugar o centro de mando es el HIPOTÁLAMO, glándula endocrina que tiene entre sus funciones encargarse de las emociones, regular el hambre y la sed, la temperatura corporal, el sueño y otras relacionadas con la funcion hormonal.

Se le puede asemejar a un termostato, que ajusta la respuesta corporal al medio ambiente y al entorno:

  • Si faltan nutrientes, sentimos hambre que a su vez nos impulsa a comer
  • Si faltan líquidos y nutrientes, sentimos sed, que nos impulsa a beber
  • Si hace frío o calor, envía señales que nos impulsan a protegernos de uno o de otro.
  • Controla la capacidad de respuesta del sistema respiratorio y circulatorio.
  • la sudoración
  • etc.
Y, ¿qué sucede con el hipotálamo cuando tenemos malos hábitos de salud?

Sencillamente, que sus respuestas siempre serán como si estuviesemos en estado de alerta.  El tener que estar ajustando a cada momento el funcionamiento de nuestro cuerpo a malas respuestas por nuestra parte, hace que imperen la desarmonía corporal e incluso la enfermedad. Todos nuestros sistemas funcionan mal, acumulamos y retenemos lo que no es necesario, ante la falta de nutrientes el cuerpo hecha mano de lo poco que tiene.

Cuando se asocian las emociones al hambre, realmente lo que estamos es condicionando nuestro apetito a un estado emocional en particular y cada vez que estemos en ese momento sentiremos ganas de comer, sin que realmente exista una necesidad fisiológica real.

Trastornos alimentarios como la ansiedad por ciertos alimentos, la bulimia y la anorexia, están relacionados con una mala programación de nuestros hábitos y nuestras emociones.

Si se sienten ganas de comer fuera de las horas habituales,  podemos probar tomar agua primero, si el deseo persiste podemos comer una fruta, la sensación de hambre debería pasar,  pero si aún así todavía necesitamos comer algo más, esto significa que no nos estamos alimentando adecuadamente y debemos revisar nuestros hábitos de alimentación.

Lo importante de todo esto, es que podemo reprogramar nuestro apetito con la verdadera sensación de hambre, solo debes decidirte a realizar los cambios necesarios, con un único objetivo: lograr tener la armonía corporal deseada.

Hasta nuestro próximo tema, saludos para tod@s,

Comentarios

Entradas populares