HABLEMOS DE LAS RADIACIONES SOLARES y NO SOLARES. CÓMO PROTEGERNOS DE ELLAS

No es un secreto para nadie que en los últimos 20 años se han incrementado los problemas relacionados con la piel. 


Las estadísticas nos señalan que hoy en día hay más cáncer de piel, quemaduras y alteraciones inmunológicas,  que en pasados períodos, así como también, muchas más personas que manifiestan presentar manchas y exceso de resequedad en la piel, aún cuando se "protegen" y usan productos elaborados con ese fin.

La razón, o el origen de ese aumento, se encuentra en el deterioro que sufre la capa protectora del planeta, la atmósfera y la capa de ozono, que ya no detienen por completo la acción dañina de los rayos solares. Pero no solamente debemos encontrar la culpa en el sol. Hoy día tenemos otros enemigos poderosos, las radiaciones que emiten tanto equipos y aparatos modernos. No cabe duda que el progreso trae cosas positivas, pero también algunas no tan buenas. El exceso de industrias, el abuso de nuevas tecnologías tal como el uso indiscriminado de aparatos que contienen y radian energía, el crecimiento poblacional que conlleva a el aumento del contenido energético necesario para proveer de servicios, al aumento de los desechos con sus consabidos contaminantes,  etc, inciden notablemente en que se altere la composición natural tanto de la capa de ozono como de todo el entorno donde nos movemos y vivimos.

Pero, ¿qué tanto sabemos sobre el tema de las radiaciones solares? ¿solamente nos afectan ellas?

Primero que nada, vamos a definir qué son las radiaciones solares: son el conjunto de emisiones electromagnéticas que genera el sol: luz, calor, energía, etc.

Todo lo que tiene que ver con el sol, la luz y la temperatura que nos llega, se enmarca dentro de lo que se conoce como ESPECTRO SOLAR TERRESTRE, que comprende dos zonas:
  • La luz que es visible
  • Los rayos invisibles, los que a su vez se dividen en dos tipos: los Ultravioletas y los Infrarrojos
Los que más problemas nos ocasionan, son precisamente los rayos que no vemos y que vienen a ser los de mayor contenido energético.

Los rayos Ultravioletas llegan en diferentes intensidades de ondas y para su comprensión han sido clasificados en:
  • ULTRAVIOLETAS UVA:  que son los responsables de que nos bronceemos sin quemarnos o que se ocasionen eritemas. Son los que nos aplican en las cabinas de bronceado. Tienen la particularidad de acelerar el envejecimiento prematuro cutáneo y pueden producir cáncer.
  • ULTRAVIOLETAS UVB: Son más intensos, su incidencia provoca eritema, quemaduras, pigmentación indirecta: transforma un componente de nuestra piel, el ergosterol epidérmico, en vitamina D.
  • ULTRAVIOLETAS UVC: Estos rayos, por lo general,  son absorbidos por las capas más altas de la atmósfera y la estratosfera.
Con la disminución del ozono, los rayos Ultravioletas UVB han aumentado y como consecuencia de ello, han aumentado las patologías que afectan nuestra piel.

Es importante tomar conciencia que el excedernos en tomar el sol, o no protegernos cuando pensamos que no nos afecta por ejemplo, durante días nublados, no es solamente una cuestión externa de la piel, también debemos saber que nuestro sistema inmunológico se ve afectado notablemente, disminuyendo la respuesta de nuestros sistemas internos para protegernos y atacar microorganismos capaces de producirnos herpes o candidiasis.

Por otro lado, el exponernos por muchas horas a aparatos que contienen energías en sí mismos, como móviles, computadoras, televisores, etc. también pueden afectar notablemente nuestro bienestar.

Y ¿Cómo podemos saber si nos estamos protegiendo adecuadamente?

Lo primero es que usted conozca su tipología cutánea con respecto a su reacción al sol, existen diversas clasificaciones, a continuación en la tabla pueden ver, una de esas clasificaciones:




Los número romanos indican el nivel o grado de melanina presente en la piel de los individuos, por ejemplo, una persona de piel blanca, tipo I, son pieles con muy poca melanina, propensas a sufrir quemaduras, tras 24 horas de exposición, por el alto grado de sensibilidad de su piel, no se broncean.

Esta clasificación toma como referencia un estudio realizado durante 7 días, para observar la reacción de cada tipo.

Las personas con piel blanca del tipo II al IV, muestran una leve reacción a la exposición solar, logrando obtener un bronceado progresivo en 7 días.

Sin embargo, son propensas a las quemaduras, si no se protegen adecuadamente

En las tipologías Morena/Parda y Negra, la presencia de altos grados de melanina, las hacen más resistentes, con menos propensión a quemarse y si a obtener un bronceado casi de inmediato.

Sin embargo, esto no significa que no deban protegerse, porque igualmente, más allá de sufrir quemaduras, se exponen a deterioros de la piel por deshidratación, perdida de la tonicidad y la elasticidad.

IMPORTANTE APRENDER A USAR LOS PROTECTORES SOLARES Y LAS PANTALLAS SOLARES

En este aspecto se presentan confusiones, sobre lo que es uno y otro.

Los protectores solares son todos los productos diseñados y elaborados para uso tópico, con sustancias que reducen notablemente el efecto dañino de los rayos ultravioletas UVB, ya que absorben, reflejan y/o dispersan dichos rayos.

Los tipos de protectores son:

  • Bloqueadores o pantallas, solo reflejan y dispersan los rayos, sin absorberlos, por lo tanto, impiden el bronceado.
  • Los Filtros Solares, protegen pero absorben los rayos, minimizando su intensidad y acción dañina, permiten el bronceado al permitir el estimulo solar sobre la melanina de la piel.
  • Bronceadores con protección solar: aceleran el bronceado pero a su vez protegen la piel.
  • Autobronceadores: producen una reacción sobre la piel que activa la producción de la melanina y el consiguiente bronceado, sin que se exponga directamente al sol.


Para medir la efectividad y el grado de protección se usa la nomenclatura FACTOR DE PROTECCIÓN SOLAR FPS, no bloquean la síntesis de la vitamina D.

Los tiempos de efectividad de los FPS, aproximadamente son:



Y en cuanto a protegernos de otros tipos de radiaciones, es importante que aunque estemos bajo techo, igual utilicemos factores de protección, sobre todo si estamos trabajando con la computadora, o estamos expuestos a luz artificial por muchas horas.

En la actualidad, la cosmética moderna nos ofrece productos que ya incorporan a sus componentes filtros solares, porque está más que demostrado, que la luz artificial o la luz que irradian las pantallas ocasiona daños graduales en nuestra piel.

Para finalizar, es importante que nos protejamos la piel luego de la exposición al sol o al ambiente, en próximo tema vamos a comentar sobre los productos post-bronceado.

Saludos









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